
Factoría y Labranza
Castilla y León es una de las regiones más grandes de Europa, y cuenta con un importante sector agrario, que se ha convertido en una de sus señas de identidad. Pero la industria también ha tenido mucha importancia en el desarrollo de la comunidad desde la década de 1960.
La importancia del sector agrario
De todo el territorio que abarca la comunidad, más de 6,5 millones de hectáreas están destinadas a las explotaciones, de las que algo más de la mitad están destinadas a las tierras labradas, seguidas de los pastos, que suponen un 30% (gráfico 1).
De todas las explotaciones que están destinadas al aprovechamiento de las tierras labradas, una gran mayoría de ellas, concretamente más de un 98%, se aprovechan para el cultivo de herbáceos, siendo esta la más importante de toda la región; le siguen el aprovechamiento para viñedos, olivares y frutales, pero a mucha más distancia, pues solamente representan el 1,50%, el 0,14 y el 0,11% respectivamente, por lo que su presencia es mucho menor.

Las explotaciones presentes en Castilla y León tienen una gran superficie, pues casi 30.000 explotaciones ocupan más de 51 hectáreas, lo que supone casi un 31% del total (gráfico 2), y también son bastante abundantes las explotaciones con una superficie comprendida entre las 21 y las 50 hectáreas, con algo más de 20.000 explotaciones. Hay que destacar que el número de pequeñas explotaciones, es decir, la que poseen entre 0 y 5 hectáreas, sigue siendo muy alto en la actualidad, con 22.507.

En cuanto a la ganadería, desde 2012, ha ido ganando mucha importancia, hasta llegar a un punto en el que su peso se ha igualado al de la agricultura en cuanto al conjunto de las cuentas regionales del sector agrario. De todos los tipos de ganadería que se dan en Castilla y León, la que más destaca, por encima del resto, es la dedicada a las aves, con más de 21,5 millones de cabezas en toda la comunidad (gráfico 3), pero a pesar de sus altos datos, no es la más importante.
La más destacada es la ganadería porcina, con más de 3,1 millones de cabezas, y una de las señas de identidad de la región. También hay que mencionar el caso de la ganadería ovina, con unos 3,4 millones de cabezas, siendo una de las que más beneficios económicos aporta a la comunidad.

El peso de la industria y sus diferentes modalidades
Tradicionalmente, a Castilla y León se le ha clasificado como una región agraria y rural, y esa es la imagen que se suele tener de ella, con una agricultura poco competente y atrasada, que no puede generar un mercado eficiente para el sector industrial, que a principios del siglo XX estaba limitado a breves realizaciones con carácter artesanal.
A partir de 1960, la industria de la región consiguió avanzar de forma significativa, aunque de forma muy localizada:
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Valladolid: con transformados metálicos y automoción (fue la única provincia que experimentó niveles de crecimiento industrial).
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Burgos: con industria agroalimentaria y química.
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León: con industria química-farmacéutica y extractivas.
A pesar de ello, este avance fue importante, hasta el punto en que la industria aporta más a la producción regional anual, con una media de 37,6%, que la agricultura, que posee una media de 2,5%, a principios del siglo XXI, y estos datos se mantienen hasta la actualidad.
En 2018, de las 161.986 empresas que había en Castilla y León, 11.976 corresponden al sector industrial, lo que supone solamente un 7,4% del total. De todas las empresas industriales, la gran mayoría, un 84,3% están dedicadas a la industria manufacturera, mientras que un 13,7% corresponden a las actividades energéticas y el 2% restante a empresas especializas en la industria extractiva.
De las diez mayores empresas que más dinero facturaron en la comunidad en 2018, todas ellas pertenecen a la industria manufacturera, y están localizadas, principalmente, en las provincias de Valladolid y Burgos (tabla 1).

Y atendiendo a las empresas de cada provincia de la región, ocurre lo mismo, el sector manufacturero es el que más beneficios aporta a todas, siendo el más importante el de la automación, seguido de auxiliar de automoción y el agroalimentario.